sábado, 17 de marzo de 2012

Guerras y epidemias en Setenil.

Hola amigos/as, en antiguas entradas de Setenil hablemos sobre hidalguía, su vida cotidiana y economía, de su Seminario y su enseñanza y diversos, en este apartado hablaremos de un tema menos agradable: la muerte. Muerte por guerra o por epidemias. Porque si Setenil aparece por primera vez en la historia de España como lugar decisivo durante las guerras de la Reconquista, la guerra no abandonará a Setenil en su devenir histórico durante la Edad Moderna y , en estas ocasiones, habrá que reflejar también el empobrecimiento de Setenil como consecuencia del mantenimiento de las tropas. Era costumbre , durante la Edad Moderna, que los pueblos donde descansaran las tropas de viaje dieran cobijo, hospitalidad, alimentos y víveres para las siguientes jornadas al grupo militar que llegaba a la población. De ello veremos algunos ejemplos.
  La primera noticia que hemos encontrado sobre un estado de guerra en Setenil es, en la década de 1520, cuando en España tienen lugar los levantamientos de las Comunidades y Germanías. La nación se divide entre quienes están a favor del emperador Carlos V y quienes se unen a los sublevados. Setenil se pondrá de parte del emperador . Junto a Cádiz, Jerez, Ronda, Sevilla, Córdoba y otras ciudades declarando " que guardarían lealtad al emperador.... se mantendrían en quietud". Afirman también que en caso de ataque, ya fuera de moriscos de Granada o de cualquier otra fuerza  que pusiese en peligro su paz, estarían preparadas para defenderse.
  El temor que refleja el documento sobre un posible ataque de los moriscos, se va a ver, años después, que tenía fundamento. Entre los moros que se quedaron en la península, tras la toma de Granada en 1492, había un elevado número que se pasó al cristianismo, pero también había muchos que siguieron con sus costumbres. De estos últimos se temía una sublevación, que se produjo y que afectó a Setenil en 1570.
  Algo se debía ir preparando cuando el Cabildo de Setenil organiza, ya en 1566, el alojamiento de los primeros soldados que llegaran al pueblo. La sublevación, que comenzó en Granada en 1568, alcanzaría nuestra villa en 1570  como consecuencia de la expansión del levantamiento por toda la sierra de Ronda. Numerosos vecinos de Setenil acudieron a las armas.
  El llamado problema de los moriscos va a terminar en 1609 , cuando se decrete la expulsión de los mismos de España, medida controvertida y que en algunas zonas de la península fue más perjudicial que beneficiosa.
  Setenil participará en la expulsión. Durante dos años ( 1610 a 1612) la documentación del Archivo Municipal refleja el proceso seguido. Una compañía de cien hombres, al mando del capitán Bernardo García de Carvajal, armados con arcabuces, acudirá a cerrar los pasos de sierra Bermeja. También un regimiento de Ronda será abastecido y alojado en Setenil. Caminan a sumarse a las tropas que defenderán Sierra Bermeja, pero dejarán una guarnición residiendo en Setenil. La villa envía cien de sus hombres a la batalla y mantiene una guarnición ajena a sus propios vecinos. Las peticiones al Concejo de dinero y abastecimientos se suceden. Sin embargo, no ocurrió nada, pues los moriscos apenas si ofrecieron resistencia.

  Los gastos  y consumos que realizaban las tropas eran muy elevados y podían quebrar la economía de cualquier población. Esto sucederá con Setenil puesto que, pese a su fama e importancia histórica, nunca ha sido rica. Villa de hidalgos no muy dados al trabajo, villa que nunca se negará a servir al Rey, Setenil podía subsistir en su existencia cotidiana; pero cuando se repiten las visitas  de tropas, los gastos exceden las posibilidades de Setenil. Su posición estratégica en la sierra convierte a nuestra ciudad en lugar de paso para muchos soldados que quebrantan la economía del pueblo: " casa en donde se alojan soldados en aquellos siglos, no queda migaja de pan".
 
  La situación es tal que la Chancillería de Granada concede a Setenil, en 1562, autorización para cobrar un corto estipendio por los abastecimientos entregados. Pese a ello las justicias del pueblo exigirán a los vecinos la entrega de alimentos a las tropas sin cobrar nada a cambio. Había que entregar lo que Felipe II había estipulado como alimento necesario para un soldado: una libra de carne con dieciséis onzas, medio azumbre de vino y una cuarta de pan.
 
   Cien años más tarde, se produce en Setenil la hecatombe. En 1662 tiene lugar la visita de cuatro compañías de infantería Milanesa, mandadas por don Francisco Abiatti ; van camino de Portugal. Pero durante cuarenta días y sus noches, las tropas se detienen a reponer  fuerzas en Setenil. Caen los soldados como una plaga sobre los abastecimientos de la villa. Las consecuencias no pueden ser más nefastas, pues incluso va a provocar la despoblación de la ciudad por personas que huyen del excesivo número de contribuciones y servicios que Setenil ha de prestar a la Corona. " Los vecinos son muy pobres y que cada día se van yendo y despoblando el lugar respecto a ser tantos los servicios y contribuciones con que están sirviendo a Su Majestad." Quien , para colmo, había vendido las dehesas de uso común a unos particulares de Ronda.

  También el hambre y las epidemias serán decisivas en el acontecer histórico de Setenil. En 1554 se produce una crisis de subsistencias, con su consiguiente hambre. La situación es grave, tanto que se tiene que repartir trigo del pósito común por tres veces y , cuando no es suficiente , las arcas municipales se abren comprando  más trigo para el pueblo. Incluso se tomará ganado de algunos vecinos para tratar de remediar la escasez. Se anota lo que se tomó de cada vecino para devolverlo posteriormente cuando pasara la crisis.

 Sin embargo, la situación se agravará aún más , en 1556 y 1557, con una de las epidemia de peste bubónica que se llevará a la muerte a cerca de trescientos habitantes de nuestra villa que, como vimos anteriormente, contaría en 1558 con unas dos mil personas, un desastre sin duda alguna.
  En fin años muy difíciles sin duda para nuestro pueblo.


 UN SALUDO.
 Rafael Domínguez Cedeño.

1 comentario:

  1. No si cuando entran las tropas en una casa, no dejan títere con cabeza, y si no que miren en semana santa, cuando entran a comer los mandos durante la procesión no dejan pavías, ni croquetas,ni bacalao frito, ni queso ni empanadilla, que se lo llevan todo por delante, pues eso hay que multiplicarlo por mil en aquellos años, que se pasaba tanta hambre...
    un saludo

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